Me lanzo a la escritura

Al final lo he hecho: he empezado a compartir mis historias con el mundo.

Desde hace tiempo, mucho tiempo, tengo en mente varias ideas para escribir relatos e incluso, por qué no, novelas. En algunas ocasiones he hecho el esfuerzo de plasmarlas en papel, pero no es algo fácil y he acabado por abandonar.

Ahora, de nuevo, vuelvo a intentarlo y espero no fracasar otra vez. En esta ocasión, me he propuesto un reto más fácil: relatos cortos. Una novela requiere mucho más tiempo y puede ser frustrante no avanzar como se espera, así que la opción de los relatos parece ser una buena alternativa. Por un lado, me permitirá mejorar en mi estilo de escritura. Y por otro, tendré un trabajo terminado en un plazo de tiempo relativamente corto y así poder comenzar a recibir críticas rápidamente.

Como he dicho, no es fácil escribir y admiro a aquellos autores capaces de producir novelas de calidad. Puesto que, en mi nula escasa experiencia escribiendo, me he dado de bruces con varios obstáculos: la idea, la página en blanco, el efecto túnel, la deriva, personajes planos o caricaturescos, la descripción del entorno o la elección del tiempo verbal.

Así que, por si a alguien le puede servir de ayuda y para que no se sienta tan solo en el desafío de escribir, empiezo con esta publicación una serie en la que voy a dar mi opinión, absolutamente personal, de cada unos de estos obstáculos y como me he enfrentado a ellos.